martes, 2 de noviembre de 2021

Mujer Amante

 Mujer amante 


Quizás es algo muy personal y que seguramente muchos de los que lean esto, no estén de acuerdo. Recuerdo mi infancia con muchos tropezones, momentos que inconscientemente no los recuerdo, supongo que para no sufrir. Hablar de sentimientos es muy relativo, mi dolor no se compara con ningún otro, mis sentimientos no se miden, solo se siente. Recuerdo muchas veces a mi mamá diciéndome que deje de quejarme, lo que me pasa o me pasó son cosas insignificantes en comparación a otros  problemas realmente graves. Sigo creyendo que el dolor o la alegría en otros casos, no tiene comparación. Como vive uno, jamás podrá compararse con otros. 

Así comienza mi “escena de lectura”, un poco fuerte para un comienzo, pero soy así, un poquito “exagerada”. 

Mi niñez estuvo plagada de música, más específicamente de la radio aspen. Mamá es de esas personas que solucionan todo con música, como si la llevara a otro lugar y los problemas quedaran atrás. Mis mañanas empezaban con la radio a todo volumen. En ocasiones, sonaba más fuerte o en otras más bajas, lo raro no era que sonará fuerte o no, sino que lo hacía en momentos no tan “normales”. Era martes por la noche y junto con mi hermana de tres años menos, nos íbamos a dormir bastante temprano, a eso de las 20 hs porque al día siguiente teníamos que ir al colegio. Nos despertó la música, nos miramos sin entender qué pasaba, mis papás no eran de quedarse hasta tarde, mucho menos escuchando música. Éramos tan chicas que no le dimos importancia. 

Terminamos el colegio en diciembre, ya comenzaban las vacaciones, eso significaba que íbamos a estar todo el día en casa. Mamá siempre que pedía que escucharas si había algún mensaje en el teléfono fijo, en esa epoco era muy común que las personas dejaran mensajes grabados. No recuerdo exactamente la edad que tenía, pero sí recuerdo la tristeza de mi mamá. Fueron momentos difíciles, emocionalmente lo eran. Nunca nos faltó nada, tampoco sobrara mucho, no puedo quejarme. 

Estábamos las tres, mi hermana, mi mama y yo, mientras papá trabaja, era un día de muchísimo calor, no teníamos una casa muy grande, tampoco tenía patio. Habíamos estado toda la tarde tiradas en el piso del comedor, escuchando aspen y comiendo helado, mamá siempre muy atenta en todo y muy compañera. Desde muy chica se que ella no estaba del todo bien, que en el fondo había algo que le faltaba. Ese mismo día me pide que me fije si había algún mensaje grabado en el teléfono, estaba sonando la canción de Rata Blanca mujer amante, hasta ahora no entiendo porque, si las canciones que pasan en aspen son todas en ingles. Mientras sonaba la canción, tenía que fijarme si había algún mensaje, y si fue así, había uno. 

Recuerdo no haber estado triste, tampoco entendía el significado del mensaje que había dejado una mujer, claramente era demasiado chiquita para entender qué es lo que pasaba. Mamá en cambio, se estaba riendo pero no era una risa “normal”, era de esas que son con furia, miedo, ganas de llorar, todo junto. Ahí entendí que mamá no está triste porque le faltaba algo, sino porque la persona que había elegido para formar una familia, no era el indicado. 

La voz la sigo recordando, una mujer joven, sonaba hasta dulce. Ella decía que lo quería ver, que quería que la llamara. Esas simples palabras detonaron en mamá lo poco que quedaba. 

Muchos dicen que son etapas y momentos que las parejas tienen, eso es lo que creyeron mis papás, tanto que hasta el día de hoy siguen juntos. Supongo que se preguntaran por qué. La verdad me encantaría decirle que el amor triunfó y que fue mucho más fuerte que los engaños. Pero la realidad es otra, apenas empezar su relación construyeron desde cero sus vidas, tan así que se les ocurrió poner un negocio juntos. 

Hasta el día de hoy es así, de hecho mi hermana más grande y yo formamos parte del negocio familiar. A veces me toca trabajar junto con mamá. La miro y me sorprende lo fuerte que puede ser, la miro y veo una mujer hecha y derecha, la miro y no puede creer como sigue siendo tan buena. Es increíble como el tiempo cambia las cosas y a las personas. 

Hace unos días mientras trabajabamos junto mi mamá y hablando sobre el pasado, recordamos esos momentos de infidelidad de mi padre.  Por momentos se sentía en el aire un poco de tristeza, dejábamos de hablar y había demasiado silencio, entonces se le ocurrió prender la radio y poner radio federal, suena un poco de todo, música nacional e internacional.  


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Mujer Amante

  Mujer amante  Quizás es algo muy personal y que seguramente muchos de los que lean esto, no estén de acuerdo. Recuerdo mi infancia con muc...